El confort térmico depende, en gran parte, de la temperatura ambiente y de la temperatura de las superficies circundantes, o sea suelo, techo, paredes, ventanas y puertas.
Se percibe como irradiación de calor que, en su lado positivo, conocemos de las hogueras o del baño de sol en invierno en alta montaña.
La humedad del aire y el movimiento del aire tienen igualmente un papel importante.
Partiendo de estas condiciones, puede definirse un ámbito de confort en el que el hombre está más a gusto.
Un aspecto importante para el confort térmico es el reparto uniforme de la temperatura en la estancia.
En estudios científicos se ha averiguado cuál es el reparto ideal del calor en un local.
El reparto del calor de la calefacción por suelo radiante se aproxima mucho al reparto térmico ideal.
Cuando las temperaturas superficiales tienen valores promedio de aprox.
23-24ºC, el calor es cedido de forma uniforme y suave.
La proporción de irradiación extremadamente elevada de la calefacción por suelo radiante REHAU, calienta además del aire ambiente, también las paredes y el techo.